miércoles, agosto 09, 2006

Café con piernassss

─¡Qué estái haciendo, maraca culiá! ¡Te dejo sola un ratito y ya me estái cagando!
Todos los que estábamos en el café miramos al tipo que gritaba enajenado, parado en le entrada. La señorita de colaless y taco alto que atendía la barra parecía no entender nada. Claro, si no tenía ninguna culpa, sólo se estaba despidiendo de un cliente, un oficinista que la tomaba por la cintura y le besaba ambas mejillas.
─Oye, Paula ¿será el pololo? -me preguntó, susurrando, la Raquel.
─Parece que no. Fíjate en la cara de la mina. -comenté sin despegar los ojos de la escena clímax de esa tarde.
Efectivamente la expresión de la mujer no era de ¡Me pillaste!, sino más bien de ¿Qué le pasa? Me debe estar confundiendo con alguien.
─¿Ya no te acordái de mí, puta? -gritó el tipo mientras se acercaba a la mesera y le tiraba un manotazo que ella alcanzó a esquivar.
Recién en ese momento se le ocurrió intervenir al jefe, seguido por dos clientes, que lo tomaron por los brazos y lucharon un buen rato hasta que lograron sacarlo del café, mientras él no paraba de gritar todo tipo de amenazas.
Qué raro había sido todo eso. Era la primera vez que yo entraba a un café con pierna, pero supongo que esas cosas no pasan todos los días.
Cuando Andrea, la mesera, se repuso, después de un vaso de agua con azúcar que le ofreció su compañera, pudimos conversar con ella. Nos contó que llevaba trabajando ahí una semana y que todo había sido -hasta ahora- bastante tranquilo. También nos dijo que el tipo que la atacó había sido su primer cliente. Eso fue lo que más le llamaba la atención: al parecer, el cliente se adjudicó un título especial con respecto a ella. Ni siquiera se le ocurrió que era como cualquier otro.
─Bueno, ya no importa. Lo peor ya pasó y tengo que seguir trabajando hasta las nueve. -nos comentó con resignación.
Se nos había acabado el café y ya era hora de irnos. Nos despedimos de ella y salimos. En la esquina de Catedral con Ahumada (al lado del café) estaba el tipo sentado, mirando a todos los abandonaban el local, seguramente, esperando a que saliera la mujer que, según él, lo había traicionado. Ignacio y Rodrigo no se dieron cuenta, pero la Raquel me miró como preguntando si sería bueno entrar y avisarle a Andrea. Le respondí con un gesto y ella entendió que era mejor no meterse, que ese hombre no se quedaría esperando hasta las nueve y que, seguramente, Andrea no saldría sola. Además, ya se nos hacía tarde.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Café con Piernas: Desastre


Tú con Yo: Arcoiris


:::tamym:::

raquel dijo...

uy

yo me retiro de la lucha parece
:(

me gustó tu visión...
la mis vendrá prontito


linda saludos

Anónimo dijo...

escribe, lee, escribe, lee, escribe, lee... todo hasta el infinito.

La Citroneta dijo...

y cada uno tuvo su propia historia del café.
feliz cumpleaños !!, niña de lira

Arturo Santanac dijo...

huna pos

que tal
si
cafe con pierna rules

me han contado que son buenos
me han contado

un cortado por favor

¿con leche caliente o de la fria?

+ flai dijo...

uuuy mi paulita t veo a la noche.

FC!
=)

raquel dijo...

no pude ir yo

pucha

apareceré luego
bueno, no sé muy bien cuando, pero creo que será luego.


un beso!

Anónimo dijo...

jakaja paula me dio lata leer tantas cosas

pero lo unico que me se es
los amigos son espelusnantemente bellos jaja..!!! pero no se si sale aqui po

puxa no se postiar en estas cosas asi que ya me voy
eso seria todo mi axt para ti jijii


xau pauliitha espelusnanementebella
jajaja


P.D: no borres el comentario

Anónimo dijo...

jakaja paula me dio lata leer tantas cosas

pero lo unico que me se es
los amigos son espelusnantemente bellos jaja..!!! pero no se si sale aqui po

puxa no se postiar en estas cosas asi que ya me voy
eso seria todo mi axt para ti jijii


xau pauliitha espelusnanementebella
jajaja


P.D: no borres el comentario